El jinete sin cabeza


Me escondo en la letra
De una canción de cumbia
No estoy triste, no es mi llanto
Es el humo
Que me hace llorar.

Cortázar también escribe
Las instrucciones para llover
Y así nos componemos de las mismas
Contradicciones que se complementan.

En la masmédula de emociones
Dejamos al amor resacoso,
Frente a un cristal de hielo
Que empaña nuestras lágrimas calientes.

Pierdo porque me gusta encontrar
Quiero para tener que buscar
Tengo para aprender a perder.

A veces no hay quién ejerza
La acción que nos sucede,
A veces dejamos a las maromas
De sucesos que nos embalsamen.

Escucho el caballo de un gaucho,
Un gaucho en el fondo del pantano
Aparece vestido de Azul
Con un alma en la mano
Como si fuese un arma.
En el séptimo día de la creación los peces lloraban,
Igual le das vida a un niño dormido,
Pero los salmones buscan dos piedras
En el fondo del lago
Y se las insertan en el lagrimal
Para taponar la inundación
En el caudal de los ríos.





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