Respuesta

Traigo de vuelta
otro ayer
más ayer
que permanece en las palabras de él
insignias de la cobardía
no asumida.

En algún momento del día
me acordé de vos
y pensaba que la montaña en la mañana
es un amanecer de tierra.

Tragate la verdad:
días enteros te pensaba
y tus nudos, piernas cruzadas,
inseguridades blasfemias,
de la incapacidad de ser
pensando que la que no veía
era yo
fueron el único obstáculo
y acabó por no existirnos.

Quizás busque un amor
parecido a lo que brilló en ausencia,
de tantos suicidios que no pudieron
recordarse en un beso.

Quizás veamos la misma película
escuchemos la misma música
sintamos de la misma manera
tan estúpida.

Quizás tu alter ego
me esté lastimando
mucho mas de lo que podrías haberlo hecho vos
si levantabas la mirada.

Con el paso del tiempo
el miedo,
es un pobre verdugo,
demasiado invisible
para reconocerlo.

Ojalá callaras tus rencores
porque me lastiman tanto
como esa vez
en la que no nos viniste a buscar.

La luna dio cinco vueltas
hasta hacerse estrella
y el reloj avisa
que ya es tarde.

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